F .: 2021

Igualdad de Género

 

 


Igualdad de género


Una tarea inacabada

Las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población mundial y por consiguiente la mitad de su potencial. La igualdad de género, además de ser un derecho humano fundamental, es imprescindible para lograr sociedades pacíficas, con pleno potencial humano y capaces de desarrollarse de forma sostenible. Además, está demostrado que el empoderamiento de las mujeres estimula la productividad y el crecimiento económico.

Desafortunadamente, aún queda mucho recorrido para alcanzar la plena igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, advierte ONU Mujeres. Por ello es de primordial importancia acabar con las múltiples formas de violencia de género y que el acceso a la educación y a la salud de calidad, a los recursos económicos y a la participación en la vida política sea igualitario tanto para mujeres y niñas como para hombres y niños. También es fundamental lograr tanto la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo como a posiciones de liderazgo y la toma de decisiones a todos los niveles.

El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha manifestado que conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas son tareas pendientes de nuestra época y constituyen el mayor desafío en materia de derechos humanos del mundo.



Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI): Pueblos Originarios

 

 

La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), es un organismo internacional de carácter intergubernamental para la cooperación entre los países iberoamericanos en el campo de la educación, la ciencia, la tecnología y la cultura en el contexto del desarrollo integral, la democracia y la integración regional. 

  

     En este apartado se cuenta con recursos de apoyo a la labor docente, enfocada en los derechos de los pueblos originarios, basado principalmente en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948), en el Convenio Nº 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes (1989) y en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (2006).   

 

Ver:  Pueblos Originarios 

 

Hambruna en Bengala de 1943

 


LA HAMBRUNA EN BENGALA DE 1943

La hambruna en Bengala de 1943 fue una de las varias hambrunas ocurridas en la Provincia de Bengala, una división de la India durante la administración de la Corona británica. Se estima que alrededor de 1,5 millones de personas fallecieron de desnutrición y sus causas derivadas durante ese periodo. La hambruna de Bengala fue una hambruna de guerra ocasionada en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, en que una combinación de factores como la invasión japonesa de Birmania, la hiperinflación y la exportación de alimentos al frente causaron la devastación de la región. 

 
POSIBLES CAUSAS

El Reino Unido había sufrido una derrota desastrosa en la batalla de Singapur en 1942 contra el ejército japonés, que luego procedió a invadir Birmania en el mismo año. Birmania era el mayor exportador mundial de arroz en el período de entreguerras, los británicos habiendo fomentado la producción de los pequeños agricultores de Birmania, que se tradujo en un virtual monocultivo en el delta del Irawadi y Arakan.  Para 1940 el 15% del arroz consumido en India provenía del Burma, mientras que en Bengala la proporción era ligeramente superior, dada la proximidad de la Provincia con Myanmar.

Parece improbable, sin embargo, que estas importaciones puedan haber ascendido a más del 20% del consumo de Bengala, y esto por sí solo es insuficiente para producir la hambruna, aunque se asegura que hubo menos reservas con que contar. Las autoridades británicas temían una posterior invasión japonesa de la India británica a la región de Bengala (ver Raj Británico), y medidas de emergencia fueron introducidas para garantizar las existencias de alimentos destinados a los soldados británicos y para impedir a los japoneses el acceso a las reservas en caso de invasión.

Una política de "tierra quemada" se llevó a cabo en la región de Chittagong, la más cercana de la frontera birmana. En particular, el ejército confiscó muchos barcos (y los vehículos de motor, carros y elefantes), por miedo a que los japoneses avanzaran a una gran velocidad hacia la India, pero eran los barcos que los habitantes utilizaban para la pesca, cuyos productos aportaban al mercado. El ejército no distribuyó raciones para sustituir el pescado.

Al mismo tiempo, se transportaron grandes cantidades de arroz en la India central para alimentar las tropas británicas e indias, así como Ceilán, que era en gran parte dependiente del arroz birmano durante el período de la preguerra y donde habían reunido muchas tropas temiendo una invasión japonesa en la isla.

El 16 de octubre de 1942, toda la costa oriental de Bengala y Orissa fue golpeada por un ciclón. Una enorme área de cultivo de arroz hasta cuarenta millas de la costa se inundó, causando que la cosecha de otoño en esas áreas se perdiera. Esto significó que los campesinos tenían que comer de sus excedentes, y la semilla que se había plantado en el invierno de 1942-1943 había sido consumida por el tiempo de calor que empezó en mayo de 1943.

Sin embargo, señaló el economista y Premio Nobel Amartya Sen, se considera que no había escasez global de arroz en Bengala en 1943: la disponibilidad era algo mayor que en 1941, cuando no había hambre. En parte fue esto lo que condicionó la lenta respuesta oficial al desastre, ya que no había habido pérdidas de cosechas y por lo tanto, el hambre era inesperada. Una de sus causas fundamentales, sostiene Sen, estaba en los rumores de la escasez que provocaron el acaparamiento y la inflación de los precios causada por la rápida demanda en tiempo de guerra que hizo que las partidas de arroz fueran una excelente inversión (los precios ya se habían duplicado respecto al año anterior). En la interpretación de Sen, mientras que los campesinos propietarios de tierras en donde creció el arroz y los que trabajaban en las industrias de las zonas urbanas y en los muelles vieron cómo sus salarios se elevaban, se condujo a un cambio desastroso en los derechos de intercambio de grupos como los campesinos sin tierra, pescadores, barberos, descascarilladores de arroz y otros grupos que encuentran que el valor real de sus salarios había sido recortado por dos tercios desde 1940. Churchill impidió aliviar la carga a la India, y la aumentó, las industrias indias fueron reconvertidas para ayudar en la manufactura de armas y uniformes a las tropas en África y la frontera con Japón. Esto dejó sin industrias de primera necesidad a las grandes ciudades indias, lo que sumado a un aumento en los envíos de granos, provocó el colapso. Al estar las fábricas ocupadas en armamentos, bienes como herramientas agrícolas y ganaderas estaban en escasez. Esto contrajo la producción agrícola y al no poder entregar la cantidad de grano que los Británicos pedían producir, los terratenientes indios entregaron los almacenes de comida locales. Al haber menos grano disponible en los comercios, el precio se duplicó mientras los sueldos con el esfuerzo de guerra se congelaron por 5 años. Esto causó que en 1943 murieran 2 millones de personas en la peor hambruna de la india del siglo XX.  En pocas palabras, a pesar de que en Bengala había suficiente arroz y otros granos para alimentarse, la gente no tenía suficiente dinero para comprar.

 
ANTECEDENTES

Era 1941 Gran Bretaña mantenía un control total sobre la India, las hambrunas durante el mandato británico eran frecuentes, la más aguda del siglo XIX se había llevado la vida de 2.000.000 de indios, la enajenación de los recursos naturales por los británicos impedía cualquier reserva. Los británicos instalados en la India eran grandes terratenientes que producían materias primas de exportación, principalmente algodón y lino para la industria textil de Londres. Así se les prohibía a los hindúes sembrar comida para su subsistencia si no acaparaban las cuotas de algodón entregadas cada año. Los campesinos indios eran siervos. Hasta 1948, estaban anclados a un sistema de castas rigurosas. Con la llegada de Churchill al poder los británicos comenzaron una política de producción forzosa y expolio de cereales en Bengala para exportar a Gran Bretaña, lo que dejó sin medios para subsistir a millones de indios y desplazó a miles de personas, atestando la ciudades de Bengala. El precio se duplicó mientras los sueldos se congelaron por 5 años; esto causó que en 1943 murieran 2 millones de personas en la peor hambruna de la india del siglo XX. Mientras la situación se deterioró, el Virrey británico pedía a Londres granos para la gente hambrienta. La respuesta de Churchill fue negativa, ordenando acelerar la política de destrucción de cosechas en Bengala, incrementando el expolio forzoso de cereales en el resto de la India para exportar a Gran Bretaña, descendiendo las cuotas que se le asignaban a la población local y que el grano sólo se destinara al frente de la guerra.

 
RESPONSABILIDADES

Bayly y Harper afirman que, en contraste con la incompetencia de la administración pública, los mandos militares y los militares británicos en general, llevaron a cabo lo mejor que pudieron para combatir el hambre,​ el suministro de alimentos a los que sufrían y el alivio de la organización. Durante el curso de la hambruna, el gobierno repartió alrededor de 110.000.000 de comidas gratis que resultaron insuficientes para hacer frente al desastre.

Al día de hoy, sigue siendo una incógnita el papel que desempeñó Winston Churchill, el Primer Ministro británico de la época. En respuesta a una petición urgente del Secretario de Estado para la India, Leo Amery y Wavell para que liberara reservas de alimentos para la India, Churchill le envió un telegrama preguntando que, si la comida era tan escasa, por qué Gandhi no había muerto todavía. Durante el mandato de Churchill, Gran Bretaña, dueña de Irak desde el Tratado de Sèvres tras la I Guerra Mundial, ante una rebelión de iraquíes y kurdos había utilizado la privación de alimentos como represalia, junto al gaseado de población civil, que supuso el asesinato de más de 10.000 personas. El mismo Churchill declaró en el Parlamento Británico: “No entiendo este rechazo sobre el uso de las armas químicas. Definitivamente hemos adoptado la posición en la Conferencia de Paz de argumentar a favor de las armas de gas como una forma permanente de la guerra (…) Estoy totalmente a favor del uso de gas venenoso contra tribus incivilizadas [sic].”

Inicialmente, durante la hambruna estuvo más preocupado por los civiles de Grecia (que también estaban sufriendo de hambre) que de los bengalíes. Al final, Churchill pidió la ayuda de EE. UU., en carta a Roosevelt, pero la respuesta estadounidense fue negativa.

El Gobierno de Bengala no pudo impedir las exportaciones de arroz, y poco hizo para importar los excedentes de otras partes de la India, o para comprar reservas de los especuladores para redistribuir entre los hambrientos. En general, como demuestra Sen, las autoridades no entienden que la hambruna no fue causada por una escasez global de alimentos, y que la distribución de los alimentos no es sólo una cuestión de capacidad ferroviaria, sino de proporcionar alivio de la hambruna libre en una escala masiva " El Raj, de hecho, hizo bastante bien en su estimación de la disponibilidad general de alimentos, pero desastrosamente mal en su teoría de hambrunas ". ​ La hambruna terminó cuando el gobierno de Londres acordó importar 1.000.000 de toneladas de grano a Bengala, reduciendo los precios.

(Fragmento de Wikipedia: 

Perspectiva crítica de los sistemas alimentarios, las crisis alimentarias y el futuro del derecho a la alimentación

 

Naciones Unidas                                                A/HRC/43/44     _______________________________________

ASAMBLEA GENERAL                                                      

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 Consejo de Derechos Humanos

43erperíodo de sesiones

24 de febrero a 20 de marzo de 2020

Tema 3 de la agenda 

Promoción y protección de todos los derechos humanos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo

 

Perspectiva crítica de los sistemas alimentarios, las crisis alimentarias y el futuro del derecho a la alimentación

 Informe de la Relatora Especial sobre el derecho a la alimentación 

 

 Resumen              

                 
El presente informe marca el final del mandato de la Relatora Especial  y constituye su última comunicación al Consejo de Derechos Humanos en el ejercicio de sus funciones oficiales. En los últimos seis años, Hilal Elver ha adquirido una comprensión extraordinaria de la situación en que se halla el derecho a la alimentación en el mundo, que le ha llevado a concluir que, a pesar del Objetivo de Desarrollo Sostenible de “hambre cero” y lucha contra la malnutrición previsto para 2030,  la realización del derecho a la alimentación sigue siendo una realidad lejana, cuando no imposible, para demasiadas personas. En el presente informe, la Relatora Especial ofrece una perspectiva crítica de las tendencias que han dado lugar a esta realidad y una reseña de las novedades que tienen posibilidades de modificar la situación.  También se ocupa del futuro y expone las funciones y las responsabilidades que tienen los agentes principales en cuanto a  promover el derecho a la alimentación. Las recomendaciones que se formulan en el  informe tienen por objeto facilitar la labor de los próximos relatores especiales y hacer una aportación a la memoria institucional del mandato. Por tanto, la Relatora Especial pretende que el informe ofrezca una base a quienes desean garantizar un mundo sin hambre ni malnutrición a la próxima generación.

 

Ver:   Perspectivas críticas de los sistemas alimentarios...